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El control de los Riesgos Estratégicos del negocio no es una entelequia: es perfectamente posible ateniéndose a los hechos, midiendo la posición competitiva del negocio, las fortalezas y las debilidades, analizando y valorando los indicadores básicos del mismo, las habilidades tractoras que tiran de él.




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viernes, 13 de enero de 2017

A PROPÓSITO DE LA “REVOLUCIÓN DIGITAL”

Reproduzco aquí este artículo publicado en el diario EL MUNDO por lo acertado de sus observaciones y, sobre todo, porque pone en su sitio lo que de verdad aporta la “revolución digital” a la evolución de la productividad que tanto nos obsesiona.

Todo ello no quita que para poder seguir competir (no crecer, ojo al matiz) hay que adoptar los nuevos “flotadores”  para no acabar hundido por la subida de la marea tecnológica.

Lea primero el artículo, y luego, si le apetece, mi apostilla.


Una cosa es crecer y otra desaparecer.
Ya creo haberlo desvelado en la introducción: esta probado que la revolución digital no está incidiendo directamente en la productividad pero si que está alterando los elementos de la ecuación productiva: se produce más o menos lo mismo pero con menos costes (personas). El asunto es muy trascendente, pero lo voy a dejar ahí, de momento.

Lo que si está sucediendo es que están cambiando las reglas del entorno competitivo y la ventaja la llevan los que navegan apoyándose en las nuevas tecnologías digitales: utilización masiva del big data y de los algoritmos de optimización para obtener mayor rendimiento en los negocios y detectar nuevos nichos ocultos (poco visibles) con su ayuda, y de la IA (inteligencia artificial) o sea de software capaz de aprender a mejorar rendimientos a partir de los datos ingresados en el sistema (busca información sobre Watson de IBM: vas a alucinar).

En conclusión (por acabar, porque este proceso va a ser la historia interminable…): no seremos más productivos pero sólo seremos (seguiremos vivos) si incorporamos al negocio estas habilidades.

Hace décadas, tuvimos tiempo para ir adoptando en las empresas el “enfoque Marketing”. Han pasado los años (alguna década que otra) y la mayoría ya trabajan con esa intención.  Pero para incorporar el uso sistemático (no anecdótico, quiero decir) en el negocio, de las nuevas tecnologías no vamos a tener tanto tiempo, ni mucho menos. Urge y mucho, porque los amos del mundo lo están ofreciendo (imponiendo) a todo gas.
Espabila.


Jorge Luna. Enero 2017